Muchísimos son los beneficios que nos aporta la práctica de yoga: desarrolla la atención, la concentración, la memoria y contribuye a prevenir el estrés y la ansiedad, pues nos ayuda a manejar nuestras emociones. Además nos ayuda a parar, a desconectar por un momento del ajetreo en el que vivimos y poder relajarnos y dedicar un tiempo a nuestra mente.
Si nos aporta todo esto ¿por qué no trasladarlo al instituto? ¿puede ayudarnos a mejorar el proceso de aprendizaje?
Podemos diferenciar tres partes en la práctica:
- Pranayama o control de la respiración. Son los ejercicios respiratorios del yoga que conducen a la concentración y que la energía vital (prana) fluya en nuestro cuerpo. Tomar consciencia de la respiración y sus fases es fundamental para la práctica del yoga. La respiración otorga calma y serenidad, purifica las vías respiratorias y los pulmones y estimula la concentración.
- Asanas o posturas. Tienen el fin de equilibrar el cuerpo y la mente, requieren coordinación, concentración, consciencia del espacio y control de los movimientos para lograr el equilibrio entre el cuerpo y la mente. No debemos forzarnos, sino encontrarnos en la postura de manera confortable para poder permanecer en ella. La práctica de asanas crea un cuerpo fuerte y elástico, reduce el cansancio y calma los nervios; pero no es fruto de un día, el yoga es practicar. Cada asana requiere un alineamiento específico para, entre otras cosas, evitar lesiones. Mediante las asanas conseguimos estimular la circulación, desbloquear las articulaciones, tonificar los músculos y calmar la mente.
- Meditación. La meditación nos ayuda a conectar con nosotros mismos y a estar más presentes. Nos aleja de ciertos pensamientos y nos ayuda a cuidar y enfocar los que queremos tener. Existen muchos tipos de meditación: mindfulness o atención plena, meditación en silencio sin indicaciones habladas, meditación a través de mantras, etc. La meditación requiere un entrenamiento, dedicación y regularidad. Nos ayuda a no aferrarnos a los pensamientos y vivir mejor el presente. Para conseguir concentrarnos en la meditación solemos utilizar un elemento como fijarnos en la respiración, un mantra, un objeto externo (por ejemplo observamos una vela) o un pensamiento que queremos tener presente durante ese día. La meditación favorece que seamos más pacientes y nos libera del impulso de reaccionar.
En el instituto podemos introducir la práctica de asanas durante las clases de educación física, el pranayama y practicar la concentración durante unos minutos al principio de la jornada o al final de la misma para acabar introduciendo una meditación más profunda, y poder así lograr todos estos beneficios.
Os dejo un artículo muy interesante sobre un instituto que ha puesto en marcha esta práctica: Meditación en la escuela para "aprender a parar". Los alumnos coinciden en que se relajan y se olvidan de sus preocupaciones. Aprenden a parar y a ver cómo están emocionalmente.
Si queréis saber más cosas sobre la práctica de yoga os dejo el blog de Xuan Lan, que es una de las profesoras más conocidas a nivel estatal.
Me parece super interesante y guay lo que planteas aquí. Una vez leí algo así cómo "si quieres cambiar tu vida, empieza por cambiar tu respiración y tu forma de caminar" (en un libro de Albert Espinosa) y creo que el yoga para esto es magnífico.
ResponderEliminarA mi desde luego me la cambió y me la sigue cambiando!!
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ResponderEliminar¡Hola, Fabio!
Me encantó tu post, ¿yoga en el aula? Una muy buena idea para fomentar el aprendizaje emocional y social.
Considero que el “mindfulness” sería la mejor opción para implementar en el aula fuera de la clase de Educación Física. Esta gran técnica de meditación se ha popularizado enormemente en los últimos años y con motivo. Considero que es un método sencillo y eficaz para ayudar a los alumnos a regular sus sentimientos y actos.
PD: Espero que lo puedas llevas a cabo con tus alumnos en un futuro, ¡les vendría genial!
Un abrazo muy fuerte,
Sara
Oye la verdad que te envidio por hacer yoga jajaja más de una vez me lo han dicho para el estrés pero mira que yo de paciencia poco y si no sale a la primera... me rindo o no espero a que salga. Sin embargo, me gusta mucho conocer gente que la practica y saca muchos beneficios propios a través de su actividad; ojalá ser tu!
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