A partir de la lectura del artículo de "El Norte de Castilla" sobre el inicio del curso escolar en el año 2017, podemos concretar distintos aspectos fuertes y débiles sobre la educación en Castilla y León.
Uno de los puntos negativos es la supresión de centros en el medio rural, despojándolos de, cada vez más, recursos y limitando el acceso a la educación. Aunque el reto no es tan educacional como demográfico.
Existen en la Comunidad numerosos centros con alumnos de familias en riesgo de exclusión social únicamente. Frente a esto, el consejero de educación resaltó que para este tipo de centros se requerirá de más recursos materiales y plantilla.
Para asegurar la calidad y la equidad del sistema hay que resaltar los buenos resultados del informe PISA en Castilla y León, que lo hacen el mejor sistema de educación no universitaria del país. Para aquellos centros cuyo resultado está por debajo de la media se propone elaborar un Plan Global de Mejora de Resultados con acciones individualizadas para cada centro y actividades de refuerzo. ¿Cómo se integrarán estos planes en los centros con mayores desigualdades? ¿Estamos quizás enfocándonos en que aprendan a hacer el examen sólo para buscar unos buenos resultados en el informe?
Ante las agresiones al profesorado y el ciberacoso se proponen nuevos protocolos y planes. ¿Cómo enfrentamos estos problemas desde las aulas cuando en la mayoría de ocasiones suceden fuera de los centros?
La notician destaca sobre todo por el punto del biligüismo, apuntando que un mayor porcentaje de alumnos siguen el curso en esta sección. Pero ¿es realmente la sección bilingüe una buena forma de enseñar los contenidos de materias del currículum general? ¿nos hemos sumado a la fiebre por el uso del inglés sin pensar que carencias puede dejar sobre ciertos contenidos en nuestra propia lengua? ¿están los profesores realmente formados como para enseñar los contenidos en otro idioma?
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